Presiona de manera insistente para no quedarse abajo del cuarto tren que llega a la estación. Cuando anda de suerte, puede sacar su cuaderno entre apretones y empujones y estudiar un poco.
Se baja y camina muy rápido a su trabajo, se sienta frente al computador y junto a sus audífonos que se puso al despertar nadie lo detiene.
Siendo las 18:30 corre a la universidad y se concentra al máximo en la clase de empatía del magister en "Comunicación y Relaciones Personales" que esta cursando.
En recreo no conversa con nadie, pues el cansancio es extremo, se fuma tres puchos y lo único que desea es volver a su hogar.
Pasada la media noche, hora que llega a su departamento (de un ambiente) se come el pan que congeló el domingo pasado, estudia, se fuma un par de cigarros más y se acuesta calculando que dormirá 4 horas.
Sus cercanos dicen que le ha hecho muy bien el magister...